Punto de inflexión

Por Fernando Ruiz;

CFO en Kambista;

Columnista de la sección de “Innovación Financiera” en el área de Finanzas de The Key.

Siendo este mi primer artículo, debo confesar que tenía pensado escribir sobre la necesaria interacción entre el ecosistema fintech y la regulación para poder potenciar el desarrollo del mismo. En situaciones normales, creo que esa es una de las áreas clave para poder asegurar la sostenibilidad y crecimiento del mismo, y un tema importante a desarrollar que muy probablemente tocaremos en el futuro.

Sin embargo, no estamos en una situación normal, y creo que evitar hablar de todo lo que ha sucedido a lo largo del mes de noviembre en nuestro país es una irresponsabilidad. Estas situaciones nos afectan a todos, y el ecosistema emprendedor/fintech es parte de ese todo.

El día 9 de noviembre por la noche, tras aprobarse la, por decir lo menos, constitucionalmente dudosa vacancia del presidente Martín Vizcarra y gatillarse lo que sería una profunda crisis política de la cual hoy ya sabemos las lamentables consecuencias, vi un tweet de alguien bastante influyente dentro del ecosistema emprendedor que decía lo siguiente:

“Calma, hoy y siempre! Los emprendedores seguiremos trabajando por salir adelante sin importar que suceda en la política.”

Habiendo superado mi sensación inicial de asombro e incredulidad por lo que leía, reflexioné un poco y me di cuenta que pensamientos como ese son parte de la causa del problema en el cual nos encontramos hoy. Esta tendencia, que considero que en el Perú ha estado muy presente en los últimos tiempos, de mirar hacia otro lado, desentendernos como si las cosas no nos afectaran y seguir con nuestras vidas. Creo que como país habíamos perdido la capacidad de indignarnos, normalizando comportamientos inaceptables que ya, por costumbre y repetición, se volvían la nueva normalidad: nada relevante, solo un caso más. Hemos vivido adormecidos frente a un escenario político nefasto, pero en el cual, nos guste o no, se determinan muchas de las reglas de juego que influyen y condicionan directa e indirectamente todas nuestras acciones y decisiones.

 

Y la realidad de las cosas es que las MIPYMEs, las startups y los emprendedores, en este tipo de situaciones, siempre somos el sector empresarial mas afectado. Somos las empresas más pequeñas e inestables, con menor espalda financiera y acceso a instrumentos financieros para aguantar los vaivenes de la economía y la sociedad. Por ejemplo, según datos del Ministerio de Producción del Perú (PRODUCE) al 2017, solo el 6% de las MIPYMES acceden al sistema financiero regulado (siendo la mayoría de estas pequeñas y medianas empresas), lo que limita fuertemente las alternativas disponibles para poder responder ante situaciones adversas. Así, las MIPYMES somos empresas para las cuales un pequeño frenazo económico o situaciones de incertidumbre generalizada pueden, en muchos casos, ser un tema de vida o muerte. Los emprendedores no podemos darnos el lujo de mantener la calma y seguir trabajando sin importar lo que suceda en la política, porque para nosotros esto último puede ser un tema de supervivencia.

 

Por otro lado, un desentendimiento general de la política genera además un gran riesgo para emprendimientos y startups que intentan generar disrupción en mercados imperfectos, en los cuales hay uno o pocos incumbentes muy fuertes que ejercen poder, como es el caso del sector fintech. En estas situaciones, es esencial participar e involucrarnos más para luchar por condiciones que garanticen una competencia justa dentro de estos mercados -en los cuales hoy la cancha se encuentra bastante inclinada- y fomenten la innovación responsable.

Necesitamos participar más, para mostrar que se puede ser pequeño y responsable al mismo tiempo. Que como sector podemos estar a la altura de los fuertes desafíos que presentan operar dentro del sector financiero, como la lucha contra el lavado de activos y financiamiento del terrorismo (LAFT), la prevención del fraude, la seguridad digital del consumidor, entre otros. Demostrar que, en muchos casos, con el uso de la tecnología podemos hacerlo aún mejor que los más grandes. Involucrarnos y tomar acción, además, porque poner estos temas sobre la mesa ayudará a generar legitimidad de cara a los consumidores en un mercado en el cual, al ofrecer productos directamente relacionados a las finanzas de los agentes, la confianza es, como dirían algunos, crucial y determinante.

 

Involucrarnos y participar, adicionalmente, porque los incumbentes, que no necesariamente están interesados en generar competencia dentro del mercado y tienen intereses en proteger su posición de dominio, sí se involucran y lo hacen de forma sostenida e influyente.

 

Si hay una lección que creo que podemos sacar de todo lo sucedido este mes en el Perú, como ciudadanos y como emprendedores, es que necesitamos indignarnos más y más seguido, reconociendo que nuestra posición de vulnerabilidad dentro de la sociedad y economía peruana demanda que estemos permanentemente atentos y vigilantes. Porque la indignación genera interés, involucramiento y acción para luchar a través de los cauces democráticos por una sociedad mejor y más justa, con más oportunidades. La indignación es el punto de partida para poder generar cambios sustantivos. Y todo esto genera libertad.

Un ambiente democrático y de estabilidad no es un cliché que mantener, ni tampoco un status quo que existe por default: es algo que debe ser defendido por todos los peruanos, y definitivamente el sector empresarial más vulnerable por su naturaleza y de mayor tamaño dentro del país, las MIPYMEs y emprendedores, no debe ser ajeno a esto. Al contrario, debemos ser uno de los actores principales. Esto implica no solo tener una agenda de propuestas concretas, sino interesarnos, ejercer vigilancia constante y participar de forma activa. Esto último, en ese sentido, no solo es clave, sino también responsable: es estar a la altura de los retos y las circunstancias que afrontamos.

 

Como ciudadanos y emprendedores, convirtamos este pasado mes en un punto de inflexión. Indignémonos e involucrémonos más y así, seamos libres. Seámoslo siempre.

Bibliografía

1. Revista Forbes. (2020). Noticia: “Miles de MYPYMEs están en riesgo de desaparecer por coronavirus”. Recuperado de:

https://forbes.co/2020/05/27/negocios/miles-de-mipymes-estan-en-riesgo-de-desaparecer-por-coronavirus-alerta-reporte/

2. (2017). Documento de trabajo: Inclusión financiera de las micro, pequeñas y medianas empresas en el Perú. Recuperado de:

https://www.cepal.org/sites/default/files/document/files/inclusion_financiera_de_las_micro_pequenas_y_medianas_empresas_en_el_peru_watermark_0.pdf

3. Agencia Andina. (2019). Noticia: “Mipymes emplean más del 60% de la Población Económicamente Activa”. Recuperado de:

https://andina.pe/agencia/noticia-mipymes-emplean-mas-del-60-de-poblacion-economicamente-activa-756630.aspx

4. Ministerio de la Producción del Perú (PRODUCE). (2018). Las Mipymes en Cifras 2017. Boletín del Ministerio de la Producción del Perú. Recuperado de:

http://ogeiee.produce.gob.pe/index.php/shortcode/oee-documentos-publicaciones/publicaciones-anuales/item/829-las-mipyme-en-cifras-2017

5. Diario Perú21. (2020). Cerca de 20 mil microempresas en riesgo de quiebra por coronavirus. Recuperado de:

 

https://peru21.pe/peru/cerca-de-20-mil-microempresas-en-riesgo-de-quiebra-por-coronavirus-suspension-perfecta-de-labores-ministerio-de-trabajo-noticia/