
Por José Miguel Porto;
Socio de Porto Legal.
Miembro del equipo de Innovación Financiera.
Es probable que hayan tenido que pagar en efectivo cuando el comercio “acepta tarjeta” por no llegar al “monto mínimo”. Esto ocurre porque las tarjetas, ya sea que se trate de tarjetas de crédito o de débito, como medios de pago, hacen inversiones sustanciales para desplegar y mantener plataformas y captar y adquirir comercios y tarjetahabientes, cobrando a cambio al comercio (que acepta la tarjeta como medio de pago) una comisión cada vez que un cliente adquiere un producto y/o servicio pagando con tarjeta. En el Perú, estas comisiones (merchant discount rate o MDR) que las tarjetas cargan a los comercios resultan ser las más altas de la región. Hay un excelente documento elaborado por el INDECOPI en donde podrán encontrar más información y detalle respecto de lo comentado en esta breve nota que lo podrán encontrar aquí.
1. Mercado de Medios de Pago
Los principales actores en el mercado de medios de pago son las “marcas”, como Visa, Master Card, American Express y Diners; los “adquirentes”, que compiten por afiliar la mayor cantidad de comercios a las marcas como podría ser el caso de Niubiz y Procesos Mc Perú (PMP); y los bancos, emisores de las tarjetas y responsables de captar la mayor cantidad de tarjetahabientes. Dentro de los adquirentes, hay un subgrupo que son los agregadores, que, sin ser adquirentes ante las marcas, reciben de algún adquirente la facultad de adquirir comercios; como podrían ser el caso de Culqui, Alignet, Izipay y Vende Mas.

El mercado de pagos es un mercado de dos lados donde la marca se vuelve más valiosa en tanto más comercios la acepten; y, a mayor aceptación de comercios, más atractiva para los clientes del banco emisor. En ese ecosistema, las marcas cobran una licencia a los adquirentes y a los emisores; los adquirentes cobran una comisión a los comercios (MDR) y el alquiler de POS, los bancos, cobran una comisión a los adquirentes por el procesamiento de transacciones (tasa de intercambio) y a los tarjetahabientes por mantenimiento de tarjeta (ver diagrama anterior). Muchas de estas comisiones se suman para ser trasladadas al tarjetahabiente cuando realiza sus consumos en el comercio y se reflejan en el MDR.
2. ¿Por qué pagamos las comisiones más altas de la región?
Hay problemas en la concepción del mercado como lo fueron, en su oportunidad, los acuerdos de exclusividad. Se permitió que los bancos y las marcas sean propietarios de los adquirentes y que tengan acuerdos de exclusividad con las marcas de manera que sólo Visanet (hoy Niubiz) podía afiliar comercios para Visa y PMP para Mastercard. La exclusividad permitió a los dos bancos más importantes a colocar tarjetas Visa en tanto que los bancos entrantes sólo colocaban tarjetas MasterCard. Esta integración vertical permitió a los bancos retener un doble rol en el mercado de medios de pago, el rol de emisor y adquirente (afiliando comercios) mediante su propiedad directa en los adquirentes y de captador de tarjetahabientes.
Por aquellas épocas muchos comercios aceptaban Visa y pocos Mastercard. Resultaba más atractivo para los clientes portar una tarjeta Visa con mayor aceptación que una Mastercard, Diners o American Express. Visanet se convirtió en el medio de pago más aceptado, seguido de Mastercard que era en el entrante. En ese momento, los comercios tenían dos POS, uno para “pasar” las tarjetas Visa y otro para Mastercard. Se preguntarán si la hegemonía de Visanet fue producto de su eficiencia competitiva en el mercado, un premio en base al mérito de su ejecución comercial, o si podría soportarse en mayor medida en el acuerdo de exclusividad con Visa que limitaba la competencia en la adquirencia en el país.
La exclusividad de Visa con Visanet se quiebra cuando se permite que otros, distintos a Visanet, accedan a la adquirencia de comercios bajo la marca Visanet. Resultaba sumamente ineficiente para un comercio tener que tener negociaciones con cada uno de los adquirentes para aceptar las distintas marcas de tarjeta en un mismo comercio, así como mantener un terminal distinto (POS) para cada marca. La ineficiencia del mercado de pagos hace que se creen los “agregadores”, personajes con los cuales en una sola negociación y con un solo terminal, el comercio podía aceptar todas las marcas de tarjeta de crédito. Estos agregadores, sin ser adquirentes ante las marcas, pueden adquirir comercios para las distintas marcas y con un mismo terminal (POS, para el caso de transacciones con tarjeta presente, como es el caso de Izipay o Vendemas) o pasarela de pago (para el caso de transacciones sin tarjeta presente, principalmente transacciones en línea o digitales, como es el caso de Culqui y Alignet). Con la entrada de los agregadores en el mercado de pagos, también advertimos la entrada de empresas no afiliadas a entidades bancarias que incursionan en el mercado de medios de pago (como podrían ser el caso de Alignet y Culqui).
En el mercado de medios de pago, los adquirentes se encuentran entre las marcas y los bancos emisores. Cuando existe competencia en la adquirencia, los adquirentes son agresivos con los bancos emisores y las marcas para obtener las mejores comisiones que les permita llegar con un MDR competitivo al comercio. Cuando no hay competencia en la adquirencia, o cuando el emisor o la marca es a su vez propietario del adquirente, entonces ciertamente no existe incentivo alguno para que se reduzcan las comisiones que se pagan a los bancos emisores y a las marcas, lo cual se traduce en MDRs más altos impuestos a los comercios. Cómo podrá advertirse, los acuerdos de exclusividad y la integración vertical permitieron que se restrinja la competencia en el mercado de adquisición de comercios y de tarjetahabientes. Las limitaciones a la competencia y la regulación inexistente llegaron a la ineludible conclusión de que terminemos con las comisiones de tarjetas más altas de la región, como lo señala el informe del INDECOPI aquí.
3. ¿Cómo se corrigen estas distorsiones?
Lamentablemente cuando permitimos que un mercado crezca con defectos de nacimiento, la solución se hace cada vez más compleja. Cuando tratamos de entender por qué las comisiones son altas, hay tantos actores en el mercado que resulta difícil identificar al responsable. ¿Acaso es la marca que otorgó las exclusividades? Probablemente si no otorgaba las exclusividades, no hubiera conseguido adquirentes en su oportunidad en el mercado. ¿Acaso el adquirente por exigir exclusividad? Probablemente el adquirente no hubiera hecho las inversiones en personal y en la infraestructura necesaria para desplegar plataformas tecnológicas que pudieran procesar miles de transacciones por segundo que deben ser procesadas por el adquirente y confirmadas con el banco emisor en forma simultánea para aprobar o rechazar una transacción en cada comercio. ¿Acaso los bancos por asumir un rol dual en el mercado de medios de pago? Habría que preguntarse si es que habían terceros interesados en su oportunidad en asumir el riesgo de la adquirencia, o si fueron los bancos emisores los únicos que estuvieron dispuestos a asumir el riesgo de la adquirencia; es decir, invertir importantes sumas de dinero para desplegar e integrar plataformas con los bancos para procesar transacciones de tarjetas, o si los bancos hubiesen estados dispuestos a integrar sus sistemas con adquirentes que no hubieran sido bancos en la génesis de ese mercado. Las explicaciones ya resultan irrelevantes, pero lo cierto es que hay un mercado que merece ser revisado.
Para poder corregir las distorsiones en el mercado y corregir las altas comisiones que se cargan a los comercios, se requiere de una acción concertada entre adquirentes, emisores y las marcas. La acción debe concertarse porque el adquirente no podrá reducir su comisión, si es que la marca y el emisor a su vez no reducen sus comisiones con el adquirente. Como bien podrán advertido, una concertación de precios entre agentes en el mercado, aun cuando busque reducir las comisiones en beneficio del consumidor final, requerirá de aprobaciones regulatorias para que no genere contingencias por violación a las normas de libre competencia en el mercado. El problema en el mercado de medios de pago tiene varias posibles soluciones. Otros países en Latinoamérica han presentado complejidades similares que se han atendido de diversas maneras entre cuyas soluciones se puede mencionar:
(i) Incrementar la competencia en la adquirencia: En la medida que se fomente la entrada de nuevos adquirentes en el mercado que incrementen la competencia y presionen principalmente las tasas de intercambio cobradas por los bancos a la baja, ello permitirá a los adquirentes entrantes llegar con tarifas y servicios adicionales más competitivos a los comercios;
(ii) Cambio de control de los adquirentes: Sería conveniente explorar la posibilidad de que los bancos y marcas se deshagan de sus posiciones de control en los adquirentes, para incentivar la competencia y así tener adquirentes no afiliados a las marcas ni a los bancos emisores que permitan reducir la tasa de descuento y las comisiones de las marcas para reducir el MDR que se retiene a los comercios;
(iii) Regular las comisiones en el mercado: Existe la posibilidad de que se regulen las comisiones; que se establezcan tarifas tope que las marcas puedan cobrar a los bancos y adquirentes; que los bancos puedan cobrar como tasas de descuento a los adquirentes, y que los adquirentes puedan cobrar como MDRs a los comercios. También valdría la pena preguntarse si la forma cómo se cobran estas comisiones hacen sentido, como podría ser el caso, por ejemplo, de la tasa de descuento que se cobra como un porcentaje sobre el monto de la transacción; cuando el costo de procesar una transacción es el mismo sea que esta sea una transacción de S/ 3.00 o S/ 300,000.
Habrán advertido los actores del mercado de medios de pago que en caso ellos no lideren los cambios estructurales en su industria, nuevos entrantes están en capacidad de cambiar las reglas de juego con nuevas tecnologías, soluciones y agregando más valor del que actualmente ofrecen los medios de pago. El mercado de medios de pago, tal como se encuentra actualmente, con agentes que agregan poco valor y realizando servicios de procesamiento de operaciones a las comisiones más altas del mercado en Latinoamérica no es sostenible en el tiempo. También sería conveniente que el INDECOPI, el Banco Central de Reserva y la SBS revisen el mercado de medios de pago para determinar si alguna acción regulatoria resulta necesaria, como parece ser el caso.
Imagen de cabecera: unspalsh.com