
Por Luis Ángel Vásquez Villacorta;
Analista financiero en RIBO, Analista financiero en Inversiones BLOOM
Columnista de Finanzas Corporativas de The Key Perú.
“Antes de todo, debes conocer el modelo de negocio”, es el consejo clave que nos comparten de forma repetitiva a todo estudiante de finanzas. Hoy los modelos de negocio no se reducen a la comercialización de un bien o servicio, sino a la innovación de soluciones y que estos tengan escalabilidad. Podríamos, mencionar solo algunos ejemplos de éxito en Latinoamérica con modelos disruptivos que hoy forman parte del ecosistema. Entre ellos están: Rappi (Colombia), Betterfly (Chile), Bitso (México) y Kushki (Ecuador).
Una muestra de la economía 4.0, son aquellas empresas que mencionamos en el párrafo anterior, que se caracterizan por el uso de la tecnología digital en la que los usuarios demandan una atención personalizada, detallada e inmediata. En este tipo de economía se encuentran las Startups, que son empresas diseñadas para crecer rápido. Por lo tanto, deben estar preparadas para atender a un mercado amplio y a su vez tienen que desarrollar tecnología para satisfacer a sus usuarios de forma eficiente. Cabe precisar, que la escalabilidad, es un factor determinante en estos modelos de negocios porque hacen referencia a su capacidad de atención a numerosos usuarios que tienden a generar una expansión acelerada. Pongamos el caso de Uber en Perú llegó a más de 5.5 millones de usuarios y 240 mil socios conductores, a pesar de que 38 mil personas no pasaron los filtros de seguridad para convertirse en lo que ellos denominan socio conductores.
Al llegar a este punto, habremos entendido que el ecosistema de los modelos de negocio tradicionales ha cambiado. No obstante, el fin principal de una empresa es lograr la creación de valor, lo que podría llevarnos a un debate interesante en la que unos prefieren desarrollar inicialmente una cultura organizacional sólida e impacto social y mientras otros buscan la validación de su producto a través de las ventas. En otros posts, podríamos explorar sobre la importancia de la cultura de una compañía y la generación de valor a través de la innovación. Asimismo, para los interesados en el tema recomendaría el libro: Aquí no hay reglas, que habla sobre Netflix y la cultura de la reinvención.
En esta oportunidad, asumimos que nuestra generación de valor podría ser por liderazgo en costos o una diferenciación de nuestro producto. Siendo así, tenemos que resolver que la rentabilidad del activo neto de la empresa tiene que ser mayor al costo de capital. Es decir, que la tasa mínima de rendimiento exigida por los inversionistas tiene que ser mayor al costo promedio ponderado de capital (CPPC). Este indicador es uno de los más importantes porque nos permite descontar flujos futuros al evaluar proyectos que vinculan a la empresa o valorizar a la compañía. No es que pretenda complicar aún más la situación, pero valorizar a una Startup es muy diferente a una empresa tradicional. En el modelo de la economía 4.0, las tasas exigidas por los inversionistas son superiores al 30%, debido al elevado nivel de riesgo que es producto de que algunas están en etapa preoperativa.
De acuerdo, al reporte de Panorama Fintech en Latinoamérica 2022-2023, Perú ha crecido en 15%. Considero que estamos por debajo de mercados como México y Colombia. No obstante, estamos dando la competencia, siempre y cuando los reguladores no establezcan barreras de entrada altas. Como muestra, la Superintendencia de Mercados de Valores (SMV), en el marco regulatorio sobre las Crowfunding, más conocidos en Perú como Financiamiento Participativo Financiero (FPF), establece que el capital mínimo inicial para las sociedades administradoras de plataforma debe ser de S/ 300,000. En adición, estas sociedades deberán mantener su patrimonio neto por encima de ese monto. Otra restricción que veo como limitante es que los proyectos que se financien deberán ser desarrollados en su totalidad en Perú. De pasar estas barreras iniciales el crowfunding financiero es una actividad que favorecerá al financiamiento de emprendimientos de alto riesgo y MYPES que no tienen acceso a un crédito y de tener el acceso, el costo de financiamiento es superior al 40% anual, que resulta caro.
Actualmente, una plataforma de FPF a destacar es Inversiones IO, que viene operando con empresas que presentan licitaciones con el Estado y que brindan a sus inversionistas unos rendimientos superiores a 20% anual. A efecto de segregar los fondos de los inversionistas de sus fondos propios han constituido un fideicomiso con COFIDE. Lo último, permite que el inversionista adquiera confianza en el manejo de sus recursos. Otra plataforma que está en proceso de aprobación en Perú sería Inversiones Bloom, liderada por su Ceo Maryory Avila, que cuenta recientemente con el permiso de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) y que presenta como primeros retos reunir los proyectos más interesantes e inversionistas que busquen rentabilidades superiores a los CDT (depósitos a plazo fijo en Perú) que presentan un rendimiento de 15% anual. En definitiva, solo es tiempo que encontremos una mayor oferta en el mercado peruano de modelos de negocio de tecnología de otros países.
Bibliografía
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Chávez, A. (2020). Historia de Uber: nacimiento, crecimiento… y crisis de la app que revolucionó la movilidad urbana. Recuperado de: https://marketing4ecommerce.net/historia-de-uber-como-se-creo (1)